Hanging on the edge of the world {Beverly}

Aquél día había amanecido sumamente tarde, por alguna razón nisiquiera había escuchado a mis compañeros al salir de la habitación. Me despabilé alterado, como si mi cuerpo supiese que se me hacía tarde, pero mi mete aún no estuviese lo suficientemente despierta como para notarlo; busqué con mi adormecida mirada el reloj que siempre yacía sobre la pared, levantándome casi de un salto de la cama, insultando por lo bajo mi suerte, justamente hoy no podía quedarme dormido. Me dí una rápida ducha y me vestí, tomé mis apuntes y aquellos trabajos que debía presentar y salí corriendo hacia mi clase.

A las tantas horas, ya mucho más tranquilo salí de mis clases; miré la hora y pude sentir como el cansancio del día se acumulaba en mis hombros, lo peor era que podía preveer que a este día le seguiría una noche sumamente larga, básicamente por todo lo que aún me quedaba por hacer, debía leer ya ni me acordaba cuantos capítulos de diferentes libros y, definitivamente, el pensarlo no colaboraba para nada en realidad, más que para desanimarme y provocarme mas ganas de perder el tiempo, algo que me salía estupendamente bien.

Salí de mi clase y casi inmediatamente pase a buscar algo para comer, mi apetito solia perseguirme tanto como mi sombra y sabía que no podría concentrarme en nada más sino me saciaba. Luego de ello, comencé a caminar sin sentido alguno por el interior del Instituto, decidiendo que lo mejor sería dirigirme hacia la cocina, ya que donde quiera que fuera se encontraba atestado de gente.

En el camino me crucé a una mujer que me resultaba sumamente conocida, pensé el asustarla, pero sabía como podría terminar ello, razón por la cual tan sólo me quedé observando su accionar, para seguir sus pasos a los pocos segundos - tienes suerte de que sea yo quién te encuentra aquí tan sola y no uno de tus múltiples acosadores - le pregunté ligeramente divertido, observandola de pies a cabeza, era imposible negar lo hermosa que era.

Hacia ya un buen tiempo desde la ultima vez que había estado en el Instituto, para mi fortuna se me habían presentado montones de oportunidades que me abrieron las puertas a muchos otros lugares que realmente me podrían significar un ofrececimiento deportivo serio en el futuro, consideraba que no era absurdo pensar desde ahora que haría de mi vida de aquí en unos pocos años mas, sino todo lo contrario.

Si bien no me caracterizaba por ser estructurado ni mínimamente organizado, lo cierto es que desde siempre me había importado lo que seria de mi vida en un futuro, y solía sorprenderme el encontrarme ya en ese lejano futuro, tal como solía pensarlo de pequeño, ese pensamiento me hizo esbozar una ligera sonrisa, el recordar mi infancia siempre provocaba eso en mi.

Inmediatamente volví a centrar mi atencion en Beverly, había algo en ella que siempre había causado eso en mi, el que no pudiese ni quisiese dejar de prestarle atencion. Cierto y mas que evidente era que ningún hombre podría quitarle la vista de encima, era mas que hermosa, y no solo físicamente.

Escuche sus palabras y asentí ligeramente a las mismas - eso ni siquiera se duda, el solo verte ya es suerte Ly - le dije con ligera burla, bien al tanto estaba de la idea que ella tenia de si misma, una que si bien no era para nada equivocada, yo no alimentaba.

Correspondi su abrazo, reteniendola ligeramente contra mi - ni que lo digas, te he echado mucho de menos - le dije perdiéndome por unos pocos segundos en lo cristalino de sus hermosos ojos. Si bien hacían pocos días que nos habíamos visto, era imposible para mi el no extrañarla.

Me percaté de como muchos de los tipos que allí mismo estaban la miraban, sintiéndome ligeramente molesto por esa situación, si bien solo eramos amigos, cierto era que siempre habia sentido mas por ella que mera amistad. Razón por la cual, tratando de disimular aquella situación, rodee su cintura con uno de mis brazos atrayendola hacia mi - que te parece si vamos a dar una vuelta por nuestra vieja escuela, como en los viejos tiempos - le pregunte con mi mejor mueca de convencimiento.

Me quede observándola en silencio tan solo unos pocos segundos, pensando como era que ella había sido desde siempre la única mujer que había logrado significarme mas que una mera atracción sexual. Riendo por lo bajo en cuanto la escuche pronunciar aquello, sin lugar a dudas habían cosas que nunca parecían cambiar - quizá mi honestidad necesita un incentivo - le dije de igual forma, perdiendome en la picardía que ella emanaba. Volviendo a escuchar lo que agregaba - bien sabes que si por mi fuese, no dejaría de verte Ly, apenas te vas ya empiezo a extrañarte - le dije haciendo referencia a lo acostumbrado que estaba a su presencia, y lo ciertamente necesaria que era para mi.

Debía admitir que tenia cierta fascinación por las muecas que su rostro solía hacer, mas aun cuando implicaban el que intentara disimular una situación, para mi fortuna la conocía lo suficientemente bien como para poder percatarme de esas mínimas muecas que la delataban, algo que claro estaba, jamás le decía, pero que suponía ella sabia perfectamente. Por esa razón, la retuve contra mi, dejándome invadir por ese aroma tan característico de ella, inevitablemente mientras la escuchaba y asentía a sus palabras, ladee mi cabeza lo suficiente como para acercar mi rostro mas a su cuello - ese perfume desde siempre ha sido mi perdición- le dije a sabiendas de lo que aquella 'confesión' pudiese provocar.

Volví a poner atencion a sus palabras, esbozando una ligera sonrisa tras las mismas - bien sabes que nunca podría negarme a eso Ly, ni a nada que quisieras - le dije, conteniendo las ganas que tenia de acercarla aun mas a mi, tan solo porque había demasiada gente a nuestro alrededor; ella bien en claro tenia lo que era capaz de provocar en mi, algo a lo que no quería ni podía negarme.

A los pocos segundos, la incite a salir de la bendita cafetería, teníamos muchos lugares mejores donde parar, sin soltar ese agarre en ningún momento, amaba sentirla cerca mio. Luego me acerque ligeramente a su oído - si sigues jugando así conmigo, yo tendré que hacer lo mismo contigo princesa - le dije en un susurro, a pesar de que estaba seguro de que ella lo había oído perfectamente, deslizando mis labios por la linea de su mentón hasta su cuello, lugar en el que deposite un beso, tan solo como una muestra de lo que podría suceder.

Realmente no sabia como lo hacia, así como tampoco entendía como era que a pesar de los años y la cantidad de cosas que habían sucedido entre los dos, ella seguía cautivandome como la primera vez. Mis ojos se negaban a alejarse de ella, y mi cuerpo ni que decir; para colmo ella sabia perfectamente que hacer y que decir para retener mi completa atención - solo si tu quieres ayudarme - le dije manteniendo su tono de voz, si bien había pasado de ser una broma a algo mas serio que ambos comprendíamos a la perfección, la clave seguía siendo el mantener esa apariencia. Debía admitir que me sorprendió bastante aquello que Ly pronuncio, puesto que ella no era de la clase de personas a las que le agradara expresar sus sentimientos, por lo cual una ligera sonrisa tierna se dibujo en mi rostro, una que sin embargo disimule un poco ya que no quería que se sintiera incomoda - entonces ya no nos alejemos - le dije, acercandola mas a mi, abrazandola.

Fue inevitable sentir la forma en que su cuerpo se tensiono ante nuestra escasa distancia, algo que me llamo la atencion puesto que ni siquiera era la primera vez que estábamos tan cerca uno del otro, pero que sin embargo me agrado, demasiado tal vez, ya que me ayudo a tener una pequeña certeza, a ella, al igual que a mi, le seguían pasando ciertas cosas que superaban a nuestra siempre presente amistad. Volví a ponerme a la altura de su rostro en cuanto la escuche pronunciar aquello, mirándola con una divertida mueca - quien sabe que cosas estaras pensando muñeca - le dije negando ligeramente con mi cabeza, aunque bien evidente era que me agradaba en sobremanera toda aquella situación.

Tal parecía que estaba siendo demasiado evidente con lo que me pasaba, pero a diferencia de lo que hubiese podido creer, no me molestaba en lo mas mínimo, todo a su lado parecía ser lo normal, natural. Escuche lo que pronunciaba, sin poder creer que aun me lo preguntara, cuando para mi resultaba evidente mi respuesta - estaba a punto de preguntarte a donde te gustaría ir - admití con una ladeada sonrisa, negando ligeramente aquello que agrego - para mi cualquier lugar seria perfecto contigo, es mejor si tu escoges - le dije haciéndole un ligero guiño, omitiendo a la muchedumbre que nos rodeaba.

Tal como lo había supuesto, ella captó inmediatamente aquello a lo que me refería, saliendo del lugar casi al instante, sin separarnos en ningún momento, era como si simplemente no pudiésemos hacerlo. Escuche sus palabras, esbozando una ligera sonrisa que mas bien parecía una mueca - sabes perfectamente que fue - le dije, observándola tan solo unos pocos segundos, para luego acortar esa ínfima distancia entre los dos, presionando suavemente mis labios contra los suyos, atrayendo su cuerpo al mio, bastante había estado luchando conmigo mismo, sin poder aguantar esa cercanía.